Por Fernando García Romero
Hablar de términos como “jefe y líder” es relevante, pues
entre estos dos términos existe una gran diferencia; mientras que un jefe se
dedica a exigir y castigar, el líder busca el balance entre exigir, inspirar y
motivar, siendo él mismo ejemplo vivo de liderazgo para que las cosas fluyan de
manera positiva.
Si has estado en más de dos empleos, te habrás encontrado
con distintos tipos
de jefes. Es probable que hayas tratado con algunos que sólo
les importaban
los resultados y para nada la persona, o aquellos que se
veían tan robotizados que nunca se aprendieron tu nombre, e incluso otros que
jamás se acercaron a dialogar contigo y ver de qué manera te podían alentar a realizar
un mejor trabajo.
O bien, te encuentras en la duda de saber si en verdad eres
un buen líder, te recomiendo que le prestes atención a los siguientes puntos,
pues son clave importante que todo líder debe tener en consideración para el
trato con su equipo de trabajo.
Un líder conoce a su
equipo de trabajo y se interesa por sus metas
Al igual que tú, tu equipo de trabajo también tiene metas
profesionales y familiares, así que date un tiempo y acércate a platicar con
ellos y construye un lazo de confianza, con el tiempo te darás cuenta que es
mejor trabajar con personas a las que conoces más allá de su nombre. Procura
que tu acercamiento sea con cada uno a la vez, pues si los juntas a todos será
más difícil conocerlos a profundidad.
Comprométete con tu
equipo
Una vez que ya conoces las metas de tu equipo de trabajo,
comprométete con ellos y ayúdalos a alcanzar sus objetivos; un líder sabe que
al ayudar a los demás a crecer, él también crece, además con esto desarrollarás
lealtad y motivación.
Ocupa el balance
entre exigir e inspirar
Muchos relacionan la palabra “exigir” como algo malo, pues cuando
sólo se nos exige, nos estresamos y a veces no cumplimos con los resultados. Es
por esto que debes lograr un balance entre exigir e inspirar. Una forma de
lograrlo es delegar responsabilidades, al transferir poder de ciertas responsabilidades
a tu equipo de trabajo, los ayudas a ser más responsables.
Escucha a tu equipo,
ellos tienen grandes ideas
Seguramente habrá ocasiones en la que te encuentres
analizando algún problema al que no le encuentres solución. Algo que puedes
hacer en estas ocasiones es acercarte a los miembros de tu equipo y
preguntarles, ¿Qué harías tú?, posterior a esto, escucha con atención lo que tu
equipo tiene que decirte. (Cabe aclarar que esto aplica en situaciones o
problemas que puedan ser de conocimiento de tu equipo).
Motívalos a tomar
vacaciones
Aunque parezca complicado de entender, todos necesitamos de
vez en cuando un tiempo en el cual nos separemos del trabajo y recarguemos
energía. Es por esto que un buen líder sabe que sus colaboradores no son
robots, así que los incentiva a que se tomen unas merecidas vacaciones, pues
sabe que eso les ayudará a retomar el trabajo con más energía.
Desarrolla líderes,
no seguidores
Dice el dicho: “Dale un pescado a un hombre y comerá un día.
Enséñale a pescar y comerá toda su vida”. Un buen líder sabe que parte de su
trabajo es formar otros líderes, entre más líderes tenga en su equipo de
trabajo, mejores resultados tendrán. Para lograr esto es necesario que seas
paciente y te tomes el tiempo necesario para enseñarle a tu equipo cómo pensar,
analizar y actuar ante determinadas circunstancias.
Por último, recuerda aplicar estos puntos pensando en tu Serviazgo
a los demás, sin duda con el tiempo tendrás un equipo competitivo, mismo que
llegará a las metas por convicción, en lugar de hacerlo por obligación.
Esperamos que estos puntos te sean de utilidad y los
apliques con tu equipo de trabajo, recuerda que un líder se forma con entrega y
disciplina.
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