La primera relación que un líder inspirador debe cultivar es la relación
consigo mismo. ¿Por qué? Porque sólo partiendo del autoconocimiento es como
podrás saber cuáles son tus fortalezas y debilidades para poder superarte, y
así proyectar un modelo inspirador en los demás.
Recordemos la frase de San Agustin: Conócete,
acéptate y supérate. Reflexiona: ¿En
qué etapa te encuentras?... ¿Qué
tanto te conoces?.... ¿Cuánto tiempo dedicas al autoanálisis?
Por: Gabriela Mendieta