La primera relación que un líder inspirador debe cultivar es la relación
consigo mismo. ¿Por qué? Porque sólo partiendo del autoconocimiento es como
podrás saber cuáles son tus fortalezas y debilidades para poder superarte, y
así proyectar un modelo inspirador en los demás.
Recordemos la frase de San Agustin: Conócete,
acéptate y supérate. Reflexiona: ¿En
qué etapa te encuentras?... ¿Qué
tanto te conoces?.... ¿Cuánto tiempo dedicas al autoanálisis?
Por: Gabriela Mendieta
En el momento que logres vivir en paz con todos los aspectos de tu vida,
es justo cuando puedes estar listo para superarte, para aceptar y aprender a convivir
con aquellas cosas que no se pueden cambiar; es el mejor momento para corregir,
modificar y superar lo defectos que sí dependen de mi, pues esto es parte del
proceso que nos lleva a la madurez.
¿Y qué más implica la
superación personal?... la respuesta es clara, se
requiere “un fuerte compromiso contigo
mismo”; compromiso que te genere la suficiente fuerza interior para mover tu
energía hacia la superación de tu persona.
Reflexiona: ¿Qué tan comprometido
estás contigo mismo?... ¿Cumples
todos tus propósitos?... ¿Qué
significa para ti estar comprometido?...
Comprometerse es poner en juego todas tus capacidades para sacar
adelante todo aquello en lo has decidido mejorar. Y esto lo logra quien vive,
piensa y proyecta sus energías en este compromiso de ser mejor persona. Este
compromiso con nosotros mismos nace desde nuestro interior y tiene como
fundamento el conocimiento y la reflexión.
Además, para poder comprometernos con nosotros es necesario “amarnos a
nosotros mismos”, pues si no lo hacemos, ¿de dónde podría surgir el compromiso
con uno mismo? El amor es la mayor fuerza que existe en todo el universo. Si
perdemos contacto con él, la vida es opaca, carece de significado, color y
brillo. Sin amor hacia nosotros mismos, la vida se puede tornar una pesadilla,
pues nos sentimos carentes de sentido, estresados, vacíos y desconectados.
También es importante porque sólo amándonos a nosotros mismos podemos mantener
relaciones sanas, armoniosas y que nos aporten plenitud y crecimiento; pues
cuando atravesamos algún momento de crisis, la mayor lección y el mayor reto es
sentir y transmitir amor, en lugar de miedo.
Y para poder hacerlo debemos encontrar la fuente del amor dentro de
nosotros, principalmente en nuestra conexión con Dios. Porque cuando somos
conscientes de la grandeza de su amor, iluminamos nuestra alma y fortalecemos
el espíritu para lograr nuestros compromisos. Él nos creó para amar y ser
mejores personas, es por eso que nos ha dado las capacidades necesarias para
lograrlo, pero también nos ha dado libertad para decidir usarlas.
Por último recuerda que durante toda tu vida siempre habrá obstáculos
como la pereza, el egoísmo o la ignorancia, pero en tu interior radica la
fuerza para comprometerte con tus sueños y superar todas las adversidades.
¡De ti depende!
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