Alguna vez te has preguntado: ¿Por qué
no termino lo que me propongo?... ¿Qué me impide comprometerme con mis
sueños?... ¿Por qué no logro lo que anhelo?, la respuesta es simple, algo anda
mal con tu “voluntad”, ya sea que te haga falta ejercitarla, acrecentarla o
crearla.
La voluntad
es impulsiva, es esa combinación entre energía y conocimiento que nos permite controlar
nuestros impulsos y conductas, ayudándonos a vencer obstáculos y cumplir metas.
La voluntad no es algo con lo que se nace o se deja de nacer, si no es algo que
podemos desarrollar y reforzar continuamente.
Hagamos una valoración: Primero,
marca con un punto rojo ¿cómo calificarías tu fuerza de voluntad? Y después
marca con un punto verde ¿cómo te gustaría calificarla?. Si el punto verde se
encuentra algunos números por arriba del rojo, a continuación te presentamos
información que te será de utilidad.
Cuando sientas que te falla la fuerza de voluntad,
pregúntate a qué crees que se debe.
· ¿Tal vez no estás
motivado, porque no es algo que tú realmente deseas?
· ¿Quizá consideras que no
vale la pena el esfuerzo?
· ¿Que el costo es mucho
mayor que el beneficio?
· ¿O crees que no vas a
poder lograrlo?, si es así, ¿por qué lo crees?
· ¿Crees que si no lo
logras, vas a ser criticado por los demás o por ti mismo?
· ¿No sabes cómo hacerlo?
Analiza estas
y otras posibles opciones y descubre la causa real que te está impidiendo
realizar el esfuerzo necesario para lograr tus metas. Una vez identificada la
causa, ahora sí puedes ir trabajando para fortalecer tu voluntad.
Considera que
la voluntad debe ejercitarse para que sea fuerte, y para lograr esto es
importante ser constante una vez que te propongas algo, pues por pequeño que
parezca, cada propósito superado es combustible para la disciplina y el
esfuerzo.
Para iniciar
a ejercitarla, debes estar bien física, mental y emocionalmente, busca auto
motivarte, ten confianza en ti mismo, pues si te sientes capaz de hacer las
cosas, las harás a pesar de las dificultades; busca modelos que admires para
imitar su voluntad, traza un plan de acción compuesto de “pequeños retos” que
te lleven a culminar uno grande. También cuida no desanimarte si no superas
todos esos pequeños retos, lo importante es volverlo a intentar.
10 puntos
para fortalecer la voluntad
1. Especifica tu meta en términos de conducta.
En
lugar de escribir “Quiero bajar 20 kilos”, es mejor escribir “Quiero ir al
gimnasio 3 veces a la semana por 45 minutos cada día”
2. Asegúrate de que tu meta es razonable (pequeños retos)
3. Si sientes que tu voluntad es muy baja, comienza con un propósitos
pequeños e incrementalos poco a poco.
4. Realiza una lista con todos los razonamientos positivos que obtendras al
concluir un propósito: “estaré más saludable”, “me veré mucho mejor”, etc.
5. Repasa tu lista cada mañana, aunque creas que no lo necesitas, mientras
más leas tu lista, más claro será para ti porqué debes alcanzar tu meta.
6. Reflexiona las consecuencias que tendrás si no alcanzas y perseveras en
tu meta.
7. Hazlo tu prioridad y cumple con disciplina tu compromiso.
8. Resuelve los problemas que intervienen con que alcances tu meta. Para ir
al gimnasio 3 veces por semana, puedes necesitar negociar con otras personas,
ser más flexible con tus tiempos.
9. Cuidado con las excusas. “Hoy me encuentro cansado, así que no iré al
gimnasio”, “no siento ganas de ir, mejor iré mañana”, etc.
10. Que tu lema sea “Esta es mi elección” Piensa en que no tienes opción, no
combatas con lo que tu decidiste, conviértete en tu principal motivador.
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica, es: la voluntad.” -Albert Einstein
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